"Dedicado a todos aquellos que intentamos nadar contracorriente en el ámbito cultural de las Islas Canarias"

26 de julio de 2011

El Secreto a voces


De repente algo cayó de un bolsillo y mi vida y la de mi familia cambió para siempre.

Desde que tengo uso de razón, mi familia había sido como el rotar de las aspas de un molino, siempre girando sin cesar, al vaivén que marcan los vientos de la decencia y de las buenas formas y debo confesar que de esa manera nos había ido siempre aparentemente bien.

Mi padre era un respetable cargo de un partido político, siempre dispuesto a mostrar su cara más agradable de puertas afuera, siempre con sus códigos y sus reglas, sus estereotipos y sus consejos, los cuales a menudo no eran requeridos, pero aún así, predicados una y otra vez hasta la extenuación y el hastío, retazos arcaicos venidos de otras épocas ya remotas.

Mi madre era un dechado de virtudes, su único fin en la vida era servir incondicionalmente a la humanidad con su vida y pasar a la siguiente, según ella creía, con inquebrantable fe, siguiendo las pautas marcadas desde su más tierna infancia; respeto y sumisión fueron siempre sus preceptos. Mi hermana fue instruida bajo la misma receta y con los mismos ingredientes que conformaban el menú de su alter ego, mi madre.

La vida en casa era o parecía ser feliz, nadie preguntaba y creo que aunque todos lo intuíamos, a nadie le interesaban las respuestas, tampoco importaban las constantes llamadas de teléfono, sus camisas manchadas de carmín, sus billetes arrugados y los perfumes baratos que enturbiaban las ideas y que aunque no inadvertidos, parecían quedar ocultos tras la nebulosa del perfecto matrimonio. Nuestra máxima era callar y seguir adelante, él traía el dinero a casa, pagaba nuestros estudios, mantenía nuestros caprichos y sostenía nuestro status, aunque fue mamá quien en realidad llevó porvenir a aquél matrimonio de apariencias, él era el rey, nosotros éramos sus vasallos, mi madre la concubina y las más de las veces meretriz de sus deseos y pasiones ocultas, pero nunca nos quejamos, nunca hubo una palabra más alta que otra, y si la hubo, siempre se mantuvo en el silencio, más aún, os confieso que yo siempre ansié ser como él.

Yo, creo que no os he hablado aún de mí. Crecí escuchando como mi padre se desvivía en halagos hacía su hijo, que si era su viva imagen, que si algún día heredaría su posición y cargos, como si estos fuesen hereditarios, o lo son, no lo sé. Bueno en fin, mientras mi hermana era un objeto que parecía pertenecer sólo a mi madre y parecía poseer un destino ya marcado en su camino; el mismo que el de ella. Yo era un machote que sin duda llegaría a ser un “Don Juan” de bar de carretera, un ilustre aficionado a las putas y al alcohol, en resumen, una copia de mi padre, un hombre cabal, de esos que se visten por los pies.

¡Que absurda es la vida! cuando el drama de la verdad está oculto tras la farsa las apariencias. Esta mañana mientras mi madre doblaba y discretamente registraba mi ropa, algo a lo que, en un principio, no prestó atención cayó de mis bolsillos, una solicitud de matrimonio en el registro civil y aunque en un principio no recayó en los nombres que aparecían en el papel, más tarde cayó en la cuenta, y todas sus sospechas se confirmaron, el nombre que aparecía en la solicitud era el mío y el de mi pareja. Como ya habréis supuesto soy homosexual, mis amigos ya no son tan amigos, mi madre asiste cada vez más a misa del brazo de mi hermana, mi padre abandonó el partido, ahora se dedica a sus viñedos y a sus amantes, mi pareja y yo nos casaremos en octubre, si el tiempo y la autoridad lo permiten.


Un saludo y espero que os guste

TORN-Natalie Imbruglia


Un saludo y espero que os guste

20 de julio de 2011

Al Respirar-Vetusta Morla


Un saludo y espero que os guste

El Aprendiz de Brujo


Dejé recostada mi sien en el insólito desdén de una palabra, y llevado por el sueño no percibí que ella de mí se alejaba, rogué a los arcanos que ocultaran, aquél oscuro vaticinio y descendí avergonzado por ello, al más profundo de los abismos...
Como un arroyo recorrí cauteloso el sendero, que ya había sido marcado, y me agazapé escondido en el ingenio tras incumplir aquél pacto. ¿Quién pudiera tal vez prestarme alguna musa aunque ya haya sido utilizada? o quizás cederme por algún tiempo en propiedad, una sola de sus lágrimas...
Desde entonces recorro el profundo infierno de los vencidos poetas, voy sollozando suplicante alguna rima que desande atrás mis huellas, y os confieso que no hallo bálsamo que pueda mitigar tan lastimosa pena. Si alguien sabe de palabras, versos o de algún pequeño poema, tome estos datos y póngase en contacto, con este bardo sin tierra...

Yo soy, por si alguien quiere saberlo, aquél absurdo aprendiz de brujo, que una y otra vez, intentaba fallidos conjuros, soy un oráculo en paro, soy un tirano sin reino rebajado al infortunio, qué os voy a contar que no sepáis de mi y que no haya sido narrado, yo, soy el bufón de este cuento que aún, no ha podido ser contado...


 Un saludo y espero que os guste

19 de julio de 2011

HAIKU: Brisa Fresca



Sueño; la brisa fresca de Gredos
acaricia mi espíritu, siento florecer la Vera en mi memoria…

8 de julio de 2011

El Jardín de las palabras


 Sin saberlo, de mi pluma brotaron espumas de azules requiebros,

para hacer del desierto-oásis y sembrarlo con mis versos,
planté estrofas, pareados, hice rimas con mis manos
rompí fotos en pedazos, pinté dioses enfrentados,
puse glosas en sus márgenes que explicasen mi pasado...

Doce estrofas de perfumes, de dulce cerezos preñados
rimando en sinuosas escaleras con estériles peldaños
cien palabras con sabores de verde olivo y castaño
serenatas con olor a rosas, lirios y nardos...

Ven, cuéntame, y dime, de que color es la pena
que cobarde se disfraza de alegría, cuando menos te lo esperas,
cobijándose entre sombras para no ser sorprendida
para huir sin enfrentarse con la lástima maldita...

Léeme suavemente de algún lejano poeta la más dulce poesía
y si no consigues hallarla, me conformaré, con su más triste elegía
miénteme si te place, háblame de dulces promesas o de palabras baldías,
quizás de absurdas quimeras que son palabras vacías...

Hoy quiero elevar mi voz cuando aún ruge la más fiera marejada
quiero vivir como un bohemio, sustentándome en la nada
y como la tinta que emborrona estas cuartillas de poesía
quiero que así sea  mi vida,
como una llama sin candil, que no atina a ser prendida...


Para Sweet “D”.

3 de julio de 2011

DEL BUEN VINO AL MAL SE FUE


Nunca he sabido reconocer la diferencia entre un buen vino y un mal se fue,
quizás porque en mi opinión la diferencia no estriba,
ni en la perpetua quietud que ansían los caldos
bajo la inquietante oscuridad de una cripta,
ni en el tono más claro o más umbrío que posean,
sino más bien, en el continente que les da forma, su botella….
Y es del caldo a la botella, como es el cuerpo al deseo que encierra,
y son ambos los que en realidad avivan los rescoldos de mi fantasía,
pues como decía la tonada, una mañana cualquiera al despertarme,
miles de botellas conteniendo mensajes
habían inundado la orilla de la playa que mi imaginación era...
Mientras te escribo estas líneas confusas y sumergidas en ambrosía,
apoyado en la femenina forma de un Brunello
pienso y recompongo con cuidado
los pedazos de la vida que todavía me quedan,
aún cuando ya no acierto a vislumbrar la diferencia entre
un lo que fue y un lo que pudo ser...
Quizás, nunca recibiste mi mensaje,
porque, en realidad, nunca lo envié,
a veces imagino los cientos de mensajes
que, como el mío, nunca fueron enviados,  
después de todo, he descubierto que no es el mensaje lo importante,
lo realmente importante es tener alguien que lo lea al otro lado ...


Un saludo y espero que os guste

EL BRILLO DE UNA VID SOBRE TU IRIS



Ya no reniego de la agradable compañía de las tardes de asueto,  ni tan siquiera huyo, cual animal herido, de la agradable caricia de la brisa por entre las colinas desnudas de esta seductora  villa de la Toscana donde ando en busca del refugio que no logro hallar tras tu ausencia.
Cada tarde, como si de una letanía se tratase, escucho allá  a lo lejos, el rumor de las antiguas costumbres, de los antiguos recuerdos, y me recuesto casi adormilado en este otero desde donde aún se ven las ruinas de tu antigua casa, y parece como si, en mis sueños,  aún te viese caminar nítidamente, casi desnuda, con tu frente sudorosa, tu sombrero de ala ancha y tu falda plegada en torno a las sublimes columnas de tus muslos, caminando descalza por entre los trigales, por entre estas colinas bañadas de verde belleza, de absurda y solitaria belleza.
Escribo, intento escribir de nuevo, para eso he venido, escribo sobre ti, sobre mí, sobre las noches de cuerpos hambrientos de otros cuerpos, sobre el brillo del vino al conquistar de turbios deseos tus pupilas, el vino, ese elixir que de sombríos colores bañaba tus labios, tu lengua, tu… Dejémoslo, los recuerdos son ahora saetas que se clavan allí donde saben que siempre harán daño.
Escribo,  intento escribir, y mientras lo intento, apuro a sorbos un rojo chianti y como un trago de verde absenta, me traslada a tu lado, de nuevo a tu lado, y te veo, te veo en el viejo lagar de tus padres, veo tus enrojecidos pies maltratando las uvas henchidas de néctares aún por fermentar, tus pies, tus dedos, tus… Dejémoslo, para qué sirve la memoria si es la más cruel e infiel amante que la suerte esquiva alguna vez nos presentó.
Los atardeceres, qué son los atardeceres en el atardecer de mi vida sin ti. Sí, he vuelto a la Toscana, pero qué sentido tienen esta tierra  de enormes ubres y nombre de bella mujer, si no puedo ver tu belleza reflejada en la suya.
Cierro los ojos y ansío imaginar la luz que tímidamente lucha por colarse entre los vírgenes racimos de impertinente juventud, y casi puedo llegar a oler tu risa, sentir tu mirada ausente, intuir la serena quietud que emanabas al posar tus delicados labios sobre el borde de mi copa, mientras tu lengua recitaba poemas de bohemios viajeros del Gran Tour que añoraron hallar en estas tierras lo mismo que ahora yo ansío.
Hoy  he vuelto a La Toscana, he vuelto para veros por última vez, a ti y a ella, pues sois las mujeres más importantes de mi vida, he vuelto para escribirte esta absurda carta de amor desesperado, he vuelto para despedirme, para partir a vuestro encuentro. 

Apurando el último trago de chianti mezclado con cicuta el viajero se desploma sobre unas líneas inconclusas recién escritas: “muero, ahora que aún me queda vida, para que el tiempo que ya llega para pedirme cuentas no me lleve sin poder recordar, por última vez, el brillo de una vid sobre tu iris”.
Un saludo y espero que os guste