Aquí estamos de nuevo tras un largo silencio debido a lo más bellos embates que la vida puede ofrecernos y que me han, por largos momentos, mantenido alejado de mi tierra de sueños, de mi huerto de palabras, de mi rincón preferido donde recuesto mis sienes para descansar de lo cotidiano, y vuelvo para retomar de nuevo mi sendero y también para recomendar a un gran filólogo, escultor de sueños, luthier de palabras, escritor y amigo mexicano, Medardo Landon Maza Dueñas y una de sus muchas semillas plantadas a lo largo de estos años en el hermoso jardín que es su onírico mundo de elfos, trasgos, duendes y humanos, y en concreto me refiero a su tercera aventura de las Gestas Oníricas de las Colinas Evanescentes: "El castillo hueco", donde este gran maestre de profusa y descriptiva prosa, nos invita a un viaje de búsqueda, introspección, amistad y aventuras, en el que un grupo de duendes enemistados secularmente con los humanos, deberán unirse y desterrar sus diferencias para rescatar a unos esclavos, injustamente sojuzgados por el yugo de un tirano.
En resumen, una novela corta, fresca y sugerente que recomiendo fervorosamente como puerta de entrada al mundo de Medardo y a sus sugerentes obras de aventuras fantásticas, que son en realidad el reflejo de nuestro propio mundo contado gracias a la prosa descriptiva de este gran e intemporal escritor, un mundo sin edad en el que todos, niños y adultos, debemos vernos reflejados para no perder el niño que siempre fuimos y seremos.