
Lo que deberías saber de mí en este lugar y en este tiempo
no sobrepasa dos cuartillas, tan siquiera un solo verso,
más bien, he de confesarte sin temor ni desaliento
que cansado de transitar ausente y sin rumbo cierto
sólo espero pervivir en algún lugar de tus sueños…
De estas sencillas letras, estos rescoldos apagados y sinceros,
de estos páramos cubiertos de impostados sentimientos,
hago de este inquieto deseo que madruga en la mañana,
tan sólo un amante osado, que al ser sorprendido,
huye para poner a salvo su alma…
Mientras escribo estas vacías quimeras por el tiempo erosionadas,
afuera ruge el viento como alimaña...