
Hubo un tiempo muy
lejano y un lugar que de tan lejano ya ni recuerdo dónde en los mapas se
hallaba, en el que cuenta una vieja leyenda que habitaban dos pequeños pajaritos,
un bonito mirlo de color negro azabache y su pequeña cría. Ambas pasaban sus
días unidas luchando contra los vientos que golpeaban su nido, porque un invierno
de esos muy fríos hace mucho tiempo ya, un inquieto mirlo que vivía a su lado y
que deseaba volar sin ellas, se fue muy lejos para no volver, y ya nunca jamás se
preocupó por su pequeño pajarito, jamás se acordó de si tenían hambre o frio,
ni tan siquiera cuál era el camino para volver a aquel...