Os saludo estimados lectores desde el infierno, si este infierno en que se ha convertido este país de escuetos mensajes y grandes puñaladas, de sopa y cubos de basura, de patriotismo barato y mentiras con marchamo de fraude, yo os saludo.
Han pasado tres meses y os confieso que estoy pasmado, hundido y apesadumbrado, pensando que estos próceres de la patria, salvadores de los desmanes socialistas, han destruido lo que con tanta sangre, sudor y lágrimas nos costó y digo costó a todos conseguir. Probablemente habrá aún votantes del PP que sueñen con un presente o un futuro cimentado en aquellas promesas que ahora son sólo vanas mentiras, y total siempre les quedará la excusa de hablar de la herencia recibida para calmar sus conciencias.
Hubo un tiempo y lo confieso, en el que pensé que la era de Aznar era imposible de mejorar, que la soberbia y la prepotencia habían quedado en el pasado, pero heme aquí, ocho años después que veo como los españoles no han aprendido aun que una mayoría absoluta es sinónimo siempre de despotismo supuestamente democrático.
No pretendo que este artículo sea un mero proceso de auto-catarsis, más aún me sentiría defraudado si esa es la visión que esta sucesión de pensamientos y letras unidas entre sí os dejan, la verdad es que mi intención es más bien una crítica hacia nosotros y nosotras, aquellos y aquellas que no votaron a este partido que se jactaba de recuperar la economía en dos meses, de rescatar la credibilidad del país frente los mercados, de poner a España en el lugar en el mundo que se merecía, aquel partido al que se le llenaba la boca con los parados, los jubilados, los jóvenes, y ahora tras tres meses han atacado a la sanidad, a los derechos de los trabajadores, a la educación, en fin, para que voy a seguir contándoos lo que ya sabéis.
¿Cuál será el futuro que nos espera? No lo sé, lo que sí sé es que el PP sabe que han cavado su tumba política y que no cambiarán este mensaje que ahora les persigue ni y perdonad la escatología: “Cagando hilos de oro durante lo que queda de legislatura”, ellos saben que esta crisis les llevará por delante y probablemente al gobierno que les siga a ellos en la siguiente legislatura, pero irán hasta el final en sus desmanes porque lo que subyace no es una serie de demandas de Europa, en realidad lo que subyace es una ideología y una apuesta evidente por lo privado y por la liberalización más cruenta posible del estado del bienestar que ahora volverá a ser para unos pocos, esos pocos elegidos que aún se atreven a defender estas medidas indefendibles.
Mi artículo fundamentalmente habla de otra forma de hacer las cosas, de no tolerar que se ponga la excusa de que son otros los causantes y otros los que nos exigen, no os equivoquéis, este modo de actuar de Marianín y sus correligionarios no es por esas razones que tan intrínsecamente esgrimen, no, ésta es la materia de la que están hechos sus sueños de grandeza, ésta es la idea que su Think-tank de FAES llevaba preconizando desde hace muchos años, más aún, desde que perdieron el poder, porque es poder de lo que estamos hablando aquí.
Estimados compañeros en las letras, escritas o leídas, si lo que nos espera en el futuro son otros casi cuatro años de esto, yo proclamo y declaro “la guerra de las ideas” contra este gobierno desde este púlpito que es este blog, un blog que en realidad no me pertenece a mí, sino a todos los lectoras y lectoras que durante este año se han pasado por estas páginas a leer, criticar o admirar lo que éste bardo sin tierra escribe desde su ignorancia, gracias por estar ahí, siempre os tengo entre mi respeto y mi pleitesía a todos y todas.
En fin, queridos amigos lectores, ¡qué será de nosotros y de ellos también! ¡yo, yo me bajo en la próxima y usted!
Han pasado tres meses y os confieso que estoy pasmado, hundido y apesadumbrado, pensando que estos próceres de la patria, salvadores de los desmanes socialistas, han destruido lo que con tanta sangre, sudor y lágrimas nos costó y digo costó a todos conseguir. Probablemente habrá aún votantes del PP que sueñen con un presente o un futuro cimentado en aquellas promesas que ahora son sólo vanas mentiras, y total siempre les quedará la excusa de hablar de la herencia recibida para calmar sus conciencias.
Hubo un tiempo y lo confieso, en el que pensé que la era de Aznar era imposible de mejorar, que la soberbia y la prepotencia habían quedado en el pasado, pero heme aquí, ocho años después que veo como los españoles no han aprendido aun que una mayoría absoluta es sinónimo siempre de despotismo supuestamente democrático.
No pretendo que este artículo sea un mero proceso de auto-catarsis, más aún me sentiría defraudado si esa es la visión que esta sucesión de pensamientos y letras unidas entre sí os dejan, la verdad es que mi intención es más bien una crítica hacia nosotros y nosotras, aquellos y aquellas que no votaron a este partido que se jactaba de recuperar la economía en dos meses, de rescatar la credibilidad del país frente los mercados, de poner a España en el lugar en el mundo que se merecía, aquel partido al que se le llenaba la boca con los parados, los jubilados, los jóvenes, y ahora tras tres meses han atacado a la sanidad, a los derechos de los trabajadores, a la educación, en fin, para que voy a seguir contándoos lo que ya sabéis.
¿Cuál será el futuro que nos espera? No lo sé, lo que sí sé es que el PP sabe que han cavado su tumba política y que no cambiarán este mensaje que ahora les persigue ni y perdonad la escatología: “Cagando hilos de oro durante lo que queda de legislatura”, ellos saben que esta crisis les llevará por delante y probablemente al gobierno que les siga a ellos en la siguiente legislatura, pero irán hasta el final en sus desmanes porque lo que subyace no es una serie de demandas de Europa, en realidad lo que subyace es una ideología y una apuesta evidente por lo privado y por la liberalización más cruenta posible del estado del bienestar que ahora volverá a ser para unos pocos, esos pocos elegidos que aún se atreven a defender estas medidas indefendibles.
Mi artículo fundamentalmente habla de otra forma de hacer las cosas, de no tolerar que se ponga la excusa de que son otros los causantes y otros los que nos exigen, no os equivoquéis, este modo de actuar de Marianín y sus correligionarios no es por esas razones que tan intrínsecamente esgrimen, no, ésta es la materia de la que están hechos sus sueños de grandeza, ésta es la idea que su Think-tank de FAES llevaba preconizando desde hace muchos años, más aún, desde que perdieron el poder, porque es poder de lo que estamos hablando aquí.
Estimados compañeros en las letras, escritas o leídas, si lo que nos espera en el futuro son otros casi cuatro años de esto, yo proclamo y declaro “la guerra de las ideas” contra este gobierno desde este púlpito que es este blog, un blog que en realidad no me pertenece a mí, sino a todos los lectoras y lectoras que durante este año se han pasado por estas páginas a leer, criticar o admirar lo que éste bardo sin tierra escribe desde su ignorancia, gracias por estar ahí, siempre os tengo entre mi respeto y mi pleitesía a todos y todas.
En fin, queridos amigos lectores, ¡qué será de nosotros y de ellos también! ¡yo, yo me bajo en la próxima y usted!
Un saludo y espero que os guste
0 comentarios :
Publicar un comentario