"Dedicado a todos aquellos que intentamos nadar contracorriente en el ámbito cultural de las Islas Canarias"

10 de abril de 2011

Nada que declarar, excepto…..mi genio (O. Wilde)


En estos oscuros días de abril, he reflexionado entre dos o tres pensamientos , nunca más de tres, que golpean incesantemente en mi “cerebro” y por esa razón, he decidido escribir estas líneas para declararme “Indignado”. Indignado como Stéphane Hessel, el autor de 93 años que se ha convertido en la conciencia social de Francia mediante un libro con 30 páginas únicamente, donde hace un alegato de movilización destinado a la juventud e instándoles a abandonar la indiferencia en estos tiempos adversos.

Hessel, ex combatiente de la resistencia francesa, diplomático, ciudadano judío, nacido en Alemania y nacionalizado como ciudadano francés posteriormente, una persona que ha vivido incluso el horror de un campo de concentración, afirma que “en situaciones como la presente, no debe existir espacio para la resignación o la apatía”, ya que fue esa indignación frente a los nazis la que impulsó a Europa hacia la victoria y hacia la reconstrucción posterior. También se pregunta cómo es posible que, hoy, con la abundancia actual, tengamos que tolerar cambios que reducen y tiran por tierra el bienestar obtenido en tiempos mucho más adversos. Para él, la situación actual es causa de: la dictadura de los mercados y la ausencia de regulación de los sistemas de financiación, que han convertido al mundo en un lugar muy injusto, con el consentimiento de los políticos y la omisión de cumplir su obligación convirtiéndose en unas marionetas a voluntad de los mercados en vez de luchar por conseguir una sociedad basada en valores más justos.

Y mientras leía este alegato sobre la verdad de la gran mentira de la crisis mundial y la inexistente movilización de la sociedad europea, voy y descubro que, por segunda vez, los habitantes de un gélido país europeo, Islandia, se han alzado contra los errores de sus bancos y han rechazado en referéndum pagar las indemnizaciones a Reino Unido y Holanda por la quiebra del Landsbanki y de su ultrapopular cuenta Icesave, vamos, un ejemplo a seguir.

Sin tiempo para recuperarme por “tamaña osadía” de estos lejanos parientes nórdicos, me empapo del manifiesto “la juventud sin futuro”, en el que los jóvenes españoles firmantes de dicho manifiesto, entre los que me encuentro, aún cargando cuatro décadas en mis alforjas ya, muestran su desacuerdo por la política de recortes sociales del Gobierno, y el impacto de futuro que estas medidas representan para la juventud más preparada de nuestra historia, que, sin duda, vivirá incluso peor que sus propios padres. En él, se habla también de la crisis capitalista, de la enorme tasa de paro juvenil que se hace más desalentadora si se piensa en la temporalidad de los contratos, la flexibilidad laboral, el retraso de la edad de jubilación y la reducción de la cuantía de las pensiones futuras. Y propugna, por último, que frente a la salida de la crisis por la derecha, ésta generación en precario, señala a los culpables y reivindica ser escuchados.

Y tras coger resuello, respiro, me animo y sonrío, este oscuro día de abril se ha tornado en un radiante despertar de las conciencias, como bien decía Oscar Wilde, no tengo nada que declarar….excepto mi confianza en el futuro.

Salud y suerte, que falta nos va a hacer

Fuentes: http://www.juventudsinfuturo.net/
               http://www.indignaos.com/



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