Voy
a escribirte una ingenua carta de amor,
mi
pequeño dios de lo sencillo,
porque
creo necesario agradecer el prodigio,
de
cada gesto, de cada palabra que pronuncias sin motivo...
Hoy
te confieso mi amor, que con cada puesta de sol
espero
impaciente e inquieto de tus andanzas noticia
y
de tus hazañas, la añoranza del que ansía que otro día,
vuelva
a traer en el aire, el olor de tu sonrisa...
Porque
por ti, vida mía, soy capaz de soportar,
la
despiadada lejanía inmerecida,
y
me conformo con tener cada día, un solo instante de tu risa,
por
cada una de tus muecas y dos lágrimas recorriendo tus mejillas
soy
capaz de resistir, el pausado discurrir de cada día...
Porque
lo que yo siento por ti, niño mío,
no
lo borran, la distancia ni el más cruel de los olvidos
yo
sé que tú lo comprendes muy bien,
sé
que ya lo has comprendido...
Ahora
debo despedirme, que ya llega la luna despacito, a pies juntillas,
y
no quiero robarte más tiempo, pues sé bien que te reclaman,
mil
nuevas cosas bonitas,
solo
quiero recordarte, mi pequeño diablo, mi alegría
que
cuando te dieron la luz, toda la sombra del mundo,
se
tornó de repente en vida...
Para mi pequeño tesoro inesperado, mi
Josan...
2 comentarios :
Quien es el susodicho, fratello.
Il mio nepote.
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