No es más bien a mi pesar vuesa merced,
pensar que no es más vano querer,
y codiciarlo sin fe
que no haber querido jamás …
Que no es más inútil ni más osado,
esperar que aparezca el amor como nube de verano,
para más tarde descubrir que sólo era
otra absurda tempestad que va de paso...
Y es que el amor señora mía, como vos muy bien sabréis,
nunca es verdugo ni juez, sino culpable de engaño,
pues escondido entre las sombras,
cuando trata de juzgar los sentimientos
como el esquivo ladrón siempre huye disfrazado,….
Es por esta razón, que sólo pretendo explicaros,
que también habita la virtud en codiciar lo anhelado,
aunque a veces se nos haga necesario
el apartarlo sin reparos,
convirtiéndonos entonces en vasallos
al antojo de un destino caprichoso y ya marcado...
Por todo esto y por lo ya reseñado,
pido a vos señora mía, que disculpe mi osadía,
pues es tan grande mi audacia y vana mi valentía,
que quizás la prudencia que en otro tiempo exhibía,
sólo sea en este instante comparable a la amargura
que sin vos, hoy sirve de guía a mi vida...
Un saludo y espero que os guste
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