"Dedicado a todos aquellos que intentamos nadar contracorriente en el ámbito cultural de las Islas Canarias"

28 de abril de 2012

LOS GUERREROS PERRO


Dicen que la vida es un bucle espacio-temporal y en realidad lo es, todo en esta vida surge y desaparece para luego volver a aparecer cuando menos te lo esperas. Este caso me ha ocurrido a lo largo de mi vida con el estudio de las tribus nativas norteamericanas, pues han sido referente en mi vida desde mi niñez y durante años las he estudiado ávidamente, posteriormente la vida me ha llevado por otros derroteros pero siempre han estado ahí, en mi subconsciente.

Hoy tras muchos años, vuelvo a ellos con la timidez del casi desconocido que se enfrenta a algo que fue referente en su vida y que ahora regresa a ese camino que ya casi quedaba lejano.

Comenzaré diciendo que la tribu de la que hoy voy a hablar, es una de mis más preciados tesoros étnicos, y de ellos sólo puedo contar hechos que me hicieron admirarles durante años, me estoy refiriendo a la tribu Cheyenne o “Tsistsistas”, comúnmente conocidos entre ellos mismos como “la gente”, “el pueblo”. El nombre cheyenne provenía de “Sha Hi´yena”, "pueblo de una lengua extranjera" o como comúnmente los llamaban los sioux “Shyelas”, así nombrados en el maravilloso libro “Alce negro habla” - “Black Elk speaks”, tótem para los que amamos este tema. Los franceses les llamaban los "Perros". Una tribu conocida durante años por el coraje de sus guerreros y el pudor de sus mujeres.

Su territorio originario eran los Grandes Lagos, pero a finales del siglo XVII, se trasladaron a la frontera entre el estado de Minnesota Central y el de Dakota. En 1830 los cheyennes se dividieron en dos grupos: los cheyennes del sur, situados a lo largo del margen superior del río Arkansas y que se unirían después con los arapahoe; y los cheyennes del norte, en el río Plata. Algunos hitos en su historia que son convenientes de mantener en la memoria son: La matanza de hombres, mujeres y niños pacíficos por parte del ejército de EE.UU. en 1864 (Sand Creek). La derrota ante Custer en Washita en 1868. Y finalmente, aliados con los sioux oglalas, hunkpapas y santees, se vengaron en Little Big Horn (25 de junio de 1876).

En cuanto a religión, eran animistas, y su única línea roja a no traspasar era violar los tabús, que no eran castigados físicamente sino que habilitaban por el mero hecho de ser rotos, a un gran periodo de mala suerte para la tribu. Dentro de las leyes Cheyenne, el suicidio era considerado homicidio, ante una deshonra familiar, los guerreros se hacían matar ante el enemigo para ser considerados libros de mácula, el aborto es también considerado como homicidio pues el feto es considerado un cheyenne no nacido, y la violencia contra los niños era aborrecida.

La homosexualidad era vista como un don, los llamados “hemaneh” o “mitad mujeres/mitad hombres” eran travestidos muy respetados en la tribu por su poder medicinal y que incluso se encargaban de bailar en ceremonias como la del “Escalpe” que representaba lo que en otras culturas el cortar cabezas, pero en este caso sólo relacionado con la adquisición del cuero cabelludo del enemigo muerto, lo que les insuflaba de poderes sobrenaturales y fuerza vital.

Las mujeres, aunque reprimidas sexualmente, eran fundamentales para el común discurrir de la tribu, escasamente existía el adulterio, y simplemente la abstinencia era reconocida como algo de alta estima por lo que los guerreros hacían voto de ella. Las mujeres tras parir en soledad, la mayoría de las veces, recogían la placenta y la colgaban de un árbol al recién, posteriormente untaban con grasa a los bebes y los envolvían con mantas. El cordón umbilical del recién nacido eran cortado, atado y guardado en una bolsa para ser llevado por el niño hasta su entrada en la adultez. Un hecho significativo y que puede llamar la atención, en cuanto al tema de la concepción, es el relacionado con la intolerancia hacia el lloro de los recién nacidos, ya que al nacer, las madres utilizan la técnica de tapar su respiración cuando lloran de forma sistemática hasta que el bebe comprende que el llanto no es tolerado y cesa en su intento, otra formula es llevarlos lejos del campamento y colgarlos en su capazo de un árbol y dejarlos solos hasta que paran de llorar, ya que en ambo casos los llantos pueden ser la forma más fácil de detectar la situación del campamento y por ende, de la tribu.

Tras esta pequeña miscelánea acerca de la vida, ley, religión y costumbres Cheyenne, os introduciré ahora en el núcleo de mi artículo de hoy, “Los guerreros perro” o “los hombres perro”, “Hotamétaneo'o” o también conocidos como “Hoouteromata´ya”, pero antes hagamos un pequeño viaje por las sociedades militares Cheyenne, que en gran medida era una de las instituciones que sustentaban la ortodoxia de la propia tribu, la otra era el consejo de los 44 jefes de paz, que al fin y al cabo eran la piedra central sobre la que se estructuraba la sociedad cheyenne para defenderse de las agresiones externas por parte de sus enemigos Crow y Pawnee y también, de las disputas internas de la misma tribu. Todos estos jefes eran reputados guerreros elegidos entre los jefes de las sociedades militares y era en ese momento en el que debía éste, dejar su puesto en la sociedad para conformarse como jefe de paz. Estos jefes eran elegidos por un periodo de diez años y se encargaban de asumir el gobierno de las bandas de guerreros, las cacerías y las ceremonias tribales.

Existían dentro de las sociedades militares Cheyenne, cuatro sociedades primigenias: 1ª, la sociedad de los Guerreros Zorro, “Monêsóonetaneo'o”, también existían subsociedades dentro de esta como la sociedad de los Gurreros Coyote, “O'ôhoménotâxeo'o” and la sociedad de los Hombres Pedernal, “Motsêsóonetaneo'o”; 2ª, la sociedad de los Guerreros Alce, “Hémo'eoxeso”; 3ª, la sociedad de los Guerreros Escudo, “Ma'êhoohevaso” con una subdivisión como los Guerreros Búfalo, “Hotóanótâxeo'o” y finalmente 4ª, la sociedad de los Guerreros Cuerda de Arco “Héma'tanóohese”.

Posteriormente, podemos añadir una 5ª, la sociedad de los Guerreros o soldados Perro “Hotamétaneo'o” - "Hotám itán iu"; la 6ª, la sociedad de los Guerreros Contrarios o Guerreros de la cuerda de arco invertidos, quienes probaban su fiereza y coraje cabalgando de espaldas al enemigo, sobre este tema ya he hablado en mi artículo sobre los guerreros payaso o “Heyoka” - “Contrarios”. También formando una sociedad en si misma, podemos encontrar también entre los Cheyennes del Norte, la 7ª, la sociedad de los Perros Locos “Hotamémâsêhao'o”.

Pero centrándonos en la sociedad de los Guerreros o soldados Perro, en realidad hubo un tiempo en el que fueron proscritos debido a el asesinato de otro cheyenne a manos de su jefe “Oso Puercoespín”, hecho éste que era objeto de desprecio, deshonor y destierro de la tribu, años más tarde como ente militar al margen, se resarcieron luchando contra los Kiowas y los Comanches. Como brazo militar al margen del grupo principal de los cheyennes, se conformaron como una orden militar, rompieron la línea matriarcal cheyenne y se establecieron como banda al margen en Nebraska, Kansas y Colorado, uniendo sus lazos con la tribu Sioux Lakota, con quienes lideraron ataques contra los blancos guiados por su invencible líder, que no jefe electo, “Nariz Romana” o “Woqini”.

En cuanto a su aspecto, se caracterizaban por llevar un tocado con la cabeza y la piel de un perro curtida, eran extremadamente agresivos y muy buenos guerreros en la guerra, que siempre solían cabalgar delante y detrás del grupo tribal cuando se trasladaban para así ser los primeros en confrontar al enemigo. Su símbolo era el perro, el zorro o el coyote, en el caso de los contrarios su símbolo era el relámpago. Pintaban sus caballos con símbolos y se llamaban a sí mismos los defensores de la tribu y perros guardianes del pueblo cheyenne.

Espero que este pequeño esbozo antropológico de mi muy idolatrados verdaderos nativos de Norteamérica, os haya parecido entretenido, ahora que he vuelto al lugar de donde vine, prometo que no pasará tanto tiempo antes de volver a escribir sobre ellos.


Gracias o mejor dicho “Pilámaya ye” en lengua Lakota.

Un saludo y espero que os guste

Texto: Mario Manduca Gómez
Fuentes: "The Cheyenne Dog Soldiers", Chronicles of Oklahoma.
              “The Cheyennes, Indians of the Great Plains” by E. Adamson Hoebel University of
              Minnesota.
              “Wikipedia, the free enciclopedia”
             “The British enciclopedia”
Films: “Pequeño Gran Hombre” o “Los últimos Guerreros”
Ilustración: Karen Noles

2 comentarios :

Los nativos de america del norte y america del sur, padecieron la invasion del europeo invasor

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