"Dedicado a todos aquellos que intentamos nadar contracorriente en el ámbito cultural de las Islas Canarias"

30 de mayo de 2012

LA SIETE ÍNSULAS DE BARATARIA


Dicen que uno no es del sitio donde nace sino de donde se hace y estoy de acuerdo, nunca he sido mucho de pertenencias a países, regiones, himnos o banderas, más bien, confieso que allá donde he vivido, he sido feliz e infeliz en dosis grandes o pequeñas, pero siempre me sentí cómodo con las gentes y los lugares, de eso creo que se trata.

En mi opinión, los días de las diferentes comunidades son, en gran medida, un disfraz que esconde las infamias, la corrupción, las penurias y el olvido al que los diferentes nacionalismos de derechas nos sumen, como es el caso de Canarias, envolviéndose en una bandera, en un himno, en folklore, en papas, mojo y lucha canaria, para desviar la atención de la realidad y para encubrir su ineficiencia ocultando sus vergüenzas y su ineficacia.

En los casi veinte años de nacionalismo canario en el poder, Canarias ha manejado una ingente cantidad de fondos sociales europeos que han sido dilapidados, despilfarrados y en muchos casos, defraudados sin que la justicia, en muchos casos manejada por ellos mismos, haya conseguido llevar a nadie ante los banquillos, porque de dimisiones ya ni hablo. Aún recuerdo los casos como los de los 2.000 millones, de las antiguas pesetas, desaparecidos del Instituto Canario de Formación y Empleo (ICFEM), los casos de Las Teresitas, Tindaya, Fundescan de UGT ( participado por el Cabildo de Tenerife), las promociones de Canarias en Atlanta y la plaza roja de Moscú para supuestamente traer turismo de USA y Rusia a Canarias, las mastodónticas adjudicaciones, a sus empresarios de cabecera, de carreteras y obras, a menudo infrautilizadas, las grandes urbanizaciones en las costas, las recalificaciones, la endogamia, en definitiva, la ocultación de la realidad bajo la alfombra del nacionalismo de pan y circo.

Supongo, estimados lectores, que a todos vosotros, peninsulares o canarios, os sonará todo lo que he comentado en los párrafos anteriores porque seguro que sentís un deja vu en vuestras propias carnes de lo que los nacionalismos españoles, catalanes, vascos o canarios han hecho en los últimos veinte o treinta años en vuestras comunidades, por eso hoy en el día de Canarias, éste que suscribe denuncia que no tengo nada que celebrar debido a la miseria en la que viven los canarios, a la tasa del 31% de paro, al incremento de los impuestos, a la inversión durante los años de bonanza en el ladrillo y en el turismo de baja calidad y no en la sociedad del conocimiento, por la subida de tasas universitarias, por la bajada de las becas, por el cierre de centros de reparto de comida a los más necesitados, por el cierre de las consultas y urgencias por las tardes, por no dar salida a una de las generaciones más preparadas, por ocultar el constante latrocinio de los diferentes gobiernos canarios, los pactos legislativos contra natura entre partidos para mantener las cuotas de poder y todo regado con la inconciencia de aquel que aún siendo robado, maltratado y esquilmado, no levanta su voz porque habiendo jolgorio, papas y mojo, se calla, pena me da.

Estimados lectores, puede que a muchos de ustedes, éste artículo les suene lejano porque no viven en las mal llamadas “islas afortunadas”, pero ésta es la realidad en la que vivimos y todo lo demás es sólo humo y cenizas. Estas islas son preciosas, tienen buen clima, playas, volcanes, montañas, buena gente, buen yantar y un sin fin de parabienes, pero también son un nido de corruptos, inmorales, sátrapas y desleales que ocultan la realidad basándose en la utilizada receta de los nacionalismos, el enemigo de fuera nos maltrata, pero yo denuncio que el enemigo son ellos, el enemigo lo tenemos en casa y necio aquel que aún teniéndolo delante no lo quiera ver, en fin, estimados y sufridos lectores, éstos años que nos quedan por venir son y seguirán siendo duros para el pueblo llano y ésta es sólo mi opinión, la opinión de un necio y subjetivo observador de la realidad que en su necedad denuncia aquello que le resulta obsceno y que declara que hoy no es un día para celebrar nada.





Un saludo y espero que os guste


0 comentarios :

Publicar un comentario