"Dedicado a todos aquellos que intentamos nadar contracorriente en el ámbito cultural de las Islas Canarias"

20 de noviembre de 2012

El hombre que susurraba a los asnos

No pretende este artículo ser nada más allá que un simple esbozo sobre un personaje al que sigo de cerca desde hace más de una década y, cuanto más lo sigo, os confieso que más me quedo atrás con respecto a su inescrutable forma de ser, a su inexpresable forma de actuar, a su desconcertante carácter, tanto para los suyos como para sus antagonistas, entre los que me encuentro.

En mi descargo, diré que no es pretexto para este artículo, ni mi ideología, la cual creo que ya he puesto de manifiesto en este blog, ni tan siquiera mi elemental rechazo a la filosofía que Rajoy representa, lo que me hace hoy acercarme a este personajillo de opereta, de burdo sainete de los hermanos Álvarez Quintero, a este ser convencional y mediocre de oscuro parecer y de anodina forma de ser, es su inaguantable levedad, y por ello, hoy le reprobaré y lo haré sobre todo por su vulgar desdén tanto hacia los que le votaron hace un año como hacia aquellos que sentimos asco y repugnancia hacia su tan denostado talante de vivir entre lo blanco y lo negro, pero residiendo siempre en la indefinición de lo gris.

Este mediocre personaje, segundón donde los haya y que jamás pensó llegar donde ha llegado, fue nombrado sucesor por el dedo índice de su otrora mentor Aznar, sí, el de la libreta azul, tras dos ofrecimientos a un Rato que huyo de la quema y que ha acabado igualmente quemado. Pero lo más destacable es que el mismo que en ese entonces lo nombró sucesor, posteriormente renegó de él por no mantener la línea marcada y por haberse convertido en un pusilánime para la ultraderecha montaraz que el anteriormente mencionado Aznar siempre utilizó y alentó con denuedo.

Mariano, nuestro protagonista, ya comenzó a mostrar su semblante cuando allá por el año 2002 nos enseñó su forma de actuar ante los problemas; recordemos la descripción que hizo de los borbotones de petróleo que salían del Prestige como meros hilillos y su posterior invocación en plena campaña electoral de ridículas diatribas y grotescas ocurrencias como la aparición de la famosa niña de Rajoy, el IVA de los chuches y una retahíla de mentiras e insultos como los que utilizó para acusar a Zapatero de haber traicionado a los muertos del terrorismo, con el único objetivo de ganarse el favor de las manipulables y manipuladas victimas una y otra vez.

Este oscuro registrador de la propiedad, nieto de rica familia gallega, cuyo abuelo fue uno de los próceres que gestaron el primer Estatuto gallego, tiene un pasado, pero, en mi opinión, es incluso más peligroso su pasado, su presente, su futuro y desgraciadamente el nuestro, y de él, y de su recorrido hasta la fecha voy a hablaros ahora, porque la memoria es la única fiel compañera para aquellos que aún disponemos de su favor estimados lectores.

Comencemos por la herencia recibida, pues como decía Joseph Goebbels y perdonen por la manida interpretación de su frase, “no por repetir un mentira mil veces se convierte en una verdad”, y no es que pretenda obviar que lo que dejaron los socialistas en este país no fue un dardo envenenado y un erial, que lo fue, sino más bien, el hecho de que el PP desconociera de antemano cómo andaba el patio en todas las comunidades donde gobernaba y que esto pudiese cogerles por sorpresa, pues si la herencia recibida en lo económico fue mala, ahora su contribución a ella es incluso peor, pero lo más sangrante es la negación de reconocer que hubo otra herencia, una herencia magnifica en derechos y avances sociales, que hoy estos salvapatrias han malgastado, dilapidado y aniquilado siguiendo una clara y poco sutil hoja de ruta ideológica.

El problema, bajo mi punto de vista, de este iluminado y de los suyos, no es sólo el obsceno olvido de las tan famosas promesas, posteriormente incumplidas, ni la falsedad de su programa electoral impreso y del oculto, su problema ha estribado en su prepotencia, en su falaz y repugnante superioridad y arrogancia, en resumidas cuentas, en la necedad de pensar que con sólo su mera presencia en el poder, los problemas de este país se iban a arreglar, porque, según ellos, representaban la credibilidad frente a la improvisación que Europa les iba a reconocer en cuanto ganaran las elecciones, necios.

Toda esta gran estafa en definitiva se fundamenta en una gran mentira que, como ya comente antes, por repetida mil veces no se ha hecho verdad y hablemos un poco de ella: “El PP gestiona mejor la economía, ya lo hicieron en el 96 con Rato”, otra falacia. Si hacemos un poco de memoria, en dicho año, cuando llegan estos iluminados al poder, se produce en Europa un periodo económico expansivo que genera crecimiento en toda la CEE, pero en España este crecimiento cristaliza en la salvaje liberalización del suelo que realizó el insigne Aznar y que más tarde se convertirá en la más famosa burbuja inmobiliaria, y de aquellos barros estos lodos. Por tanto, es mentira que éstos sean menos manirrotos que los otros, ya que con viento a favor todos somos magníficos gestores del dinero de los demás, pero con esta tempestad en contra, las únicas soluciones que han generado las mentes pensantes de la FAES han sido: reforma laboral y más paro salvaje, desmantelamiento de la sanidad pública, medicamentazo y copago (euro por receta), subida del IVA y del IRPF, cuasi-destrucción de la educación pública y refuerzo de la privada, creación de una justicia clasista y de pago (tasas en la justicia), olvido en el cajón de los olvidos de la ley de dependencia, leyes de presupuestos generales muertas mucho antes de nacer, intento de reforma de la ley del aborto, hundimiento de la clase media, negación y olvido del sufrimiento de las familias desahuciadas, defensa a ultranza de la banca y del empresariado, y es en este punto cuando me paro y cojo aire, que aún no nos lo cobran, porque me siento escandalizado de tener que seguir enumerando la excelsa lista de parabienes y méritos que describen este primer año en el poder de la derecha ultraliberal, aunque si me atrevería a clasificarlo como el peor y más desastroso año en el retroceso social desde la implantación de la democracia, demos gracias a sus votantes. 

En definitiva estimados lectores, me alegro de la pregunta que no me hacéis porque aún así la voy a responder, ¿cuál es mi opinión sobre el Sr. Rajoy y su gobierno?, pues ya os digo, sin ningún género de dudas, que en mi opinión y siendo justo en su descripción, este sujeto sería algo así como el hombre ausente en el banquete que jamás apareció aún cuando nunca se le esperara, sería ese mal estudiante que jamás aprobó porque nunca se presentó a examen alguno, sería el desprecio ante las necesarias explicaciones, sería la pregunta sin respuesta, sería el discurso trivial y vacuo sin turno de réplica, sería la mediocridad sin mesura alguna, sería la mordida y la rabia, sería simplemente de lo peor lo malo, sería en resumen, el hombre que sólo susurraba a los asnos.

Un saludo y espero que os guste

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