La Rosa en el Desierto

Cuentan que, allá por el año 1.000, el zar búlgaro Samuel, murió de un ataque al corazón, al ver como quince mil de sus soldados volvían cegados de la guerra en grupos de cien siguiendo a un soldado tuerto al mando que servía de guía a sus compañeros. Ciento cincuenta soldados tuertos al mando de casi 15.000 ciegos.

Y cuento esta historia, para volver tras mis pasos a la rabiosa actualidad, en un bucle espacio-temporal, porque en esta crisis que nos han diseñado, creado y ahora nos toca padecer a los de siempre, nos hemos sentido huérfanos en muchos momentos, sí, como uno de esos 15.000 ciegos guiados por un tuerto. Ahora, diez meses después, a una hecatombe electoral del Partido Socialista, le han seguido tres más, una semi-maquillada en Andalucía por los pactos con Izquierda Unida, otra en el País Vasco y por último, una tercera en Galicia, pero estamos a 20 días de una cuarta en Cataluña y seguimos siguiendo a un tuerto en el reino de los ciegos.

Me asusta y escandaliza la cobardía de una “izquierda” noqueada y aplico comillas a lo de izquierda, porque a ésta, no la conoce ni la madre que la parió, pues en los últimos años la diferencia entre una derecha rancia y franquista y ésta izquierda no ha tenido ni 3 grados de separación. Y de aquellos vientos éstas tempestades.

Y os preguntaréis amigos y amigas, ¿y ahora qué?, pues, estimados lectores, los que siempre hemos sido socialistas no podemos vislumbrar en el horizonte nada más penoso que un partido en el que mandan los de siempre, dónde se ha pecado de la soberbia y de la mala toma de decisiones a pesar de las opiniones contrarias, de los sondeos y de las peleas internas. Si, la soberbia y la lejanía de la calle, han llevado al socialismo a vagar por un camino en el que el único horizonte que nos queda es Rubalcaba o la nada, vaya futuro.

Algunos pensadores del llamado “think tank” del PSOE, se devanan ahora los sesos para buscar excusas a las derrotas, pretextos a la indolente, que no constructiva, oposición que está haciendo el grupo socialista en el Congreso al gobierno más liberal, retrogrado, mentiroso, ideológico, ultraconservador, privatizador, prepotente y represor, que hemos tenido en toda la democracia. Un gobierno que nos lleva a los 6 millones de desempleados, utilizando para ello una reforma laboral más cercana al utilitarismo de Dickens y del siglo XIX que al siglo XXI, y aún así, las sesudas mentes pensantes socialistas, de vacaciones por derribo.

Estimados lectores, mientras este “desgobierno” refuerza con más de 3 millones de euros a las unidades de intervención policial para que renueven su material antidisturbios, previendo continuas huelgas y manifestaciones en un futuro 2013 muy caliente, qué hacen éstos enormes estómagos agradecidos, éstas nuevas generaciones socialistas; calentar los banquillos, esperando que el gran líder les llame alguna vez para jugar los minutos de la basura, ahí, están bien calentitos, que ya sabéis que fuera de la foto hace frío y llueve. Sí, estimados lectores, yo declaro que los Chacón, los Oscar López, los Eduardo Madina, los Tomás Gómez, los Zerolo, ilustre apellido de algún senador nacionalista canario imputado en los juzgados, son todos unos meros engranajes del partido, unos cobardes vividores, unos estómagos agradecidos en un partido anquilosado, asustado, acobardado, en la búsqueda errónea de un lugar en el sol cuando sólo puede aspirar a una mala sombra bajo el ala del todopoderoso PP.

En fin, llevaba tiempo queriendo expresar mi desilusión y mi desengaño por un partido derrotado, derruido, que no le llega ni a los talones a una Izquierda Unida, con la que no comulgo, pero que cada día me atrae tanto más a ella como del mismo modo me alejo de este partido socialista de viejas siglas, que ha perdido el socialismo, lo obrero y, si puedo ser sincero, por mí que se metan lo español donde les quepa, que a este veterano de mil batallas, los países, las banderas, las independencias, los nacionalismos, los himnos y el folklore se la traen al pairo.

Yo, estimado y crítico lector, quedo aquí con mi opinión, que es tan mía como respetuosa es de la tuya, y cómo báculo que va de culo, quedo a la espera desesperanzada de un Polifemo, que aunque monstruo mitológico, pueda sacarnos del marasmo adónde éste tuerto de igualmente un solo ojo, nos está llevando, aunque siempre nos quedará a los ciegos, sin ironía alguna, la suerte de no poder ver de frente lo que se nos viene encima.

 

Un saludo y espero que os guste

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