"Dedicado a todos aquellos que intentamos nadar contracorriente en el ámbito cultural de las Islas Canarias"

7 de marzo de 2013

La Teoría de los Cuatro Humores


Desde la antigüedad hasta la llegada de la medicina moderna a mediados del siglo XIX, los filósofos y físicos mantuvieron una teoría que sostenía que el cuerpo humano estaba compuesto  de cuatro sustancias básicas llamadas humores, cuyo equilibrio indicaba el estado de salud de la persona. Así, por tanto, todas las enfermedades tenían su explicación en un exceso o un déficit de alguno de estos cuatro humores.
Pues no, como ya sabréis, pues está de rabiosa actualidad, eso es totalmente incierto y los antiguos se equivocaban, el equilibrio del bienestar humano, el cual supuestamente se sostenía en el mantenimiento de cuatro pilares básicos: la sanidad, la educación, los servicios sociales y la justicia social para los más desfavorecidos, unidos a los derechos que de ellos emanan, es decir, derecho a una vivienda, a un trabajo digno, en fin, a vivir y no a sobrevivir, ya no existen, de un plumazo este gobierno elegido por la mayoría absoluta de once millones de desaparecidos, lo ha borrado de un plumazo ideológico.
Hoy, mientras pensaba cómo enfocar este artículo de opinión, me paré un momento a escuchar a Iñaki Gabilondo en su videoblog mientras comentaba cómo nos están sangrando poco a poco como lo harían las sanguijuelas y pensé que ese era el verdadero enfoque de este texto, no sólo nos están expoliando el pasado sino que en aras de no se qué pax económica mundial nos están robando el futuro.
Supongo, estimados lectores, que si alguien nos dijera que estamos siendo sofronizados por alguna mente criminal que nos utiliza como parte del público de un talk show en horario de prime time o de una película de Hollywood, y que hemos estado casi un año y medio ladrando o subidos a alguna liana haciendo el ornitorrinco tartamudo en vivo y en directo, le creeríamos, siempre con la promesa de que nuestro hipnotista nos devolviera a la realidad y luego pa´ casa, pero creo que este camino en el que nos han metido estos gañanes, trágicamente no tiene vuelta a atrás.
Confieso que cada mañana hago acto de constricción, respiro y me planteo, como buen pesimista, que nihil novum sub solem puede ocurrir que me sorprenda ya, vuelvo a encontrarme errando de nuevo, tomad nota y veréis el porqué de mi pesar, ya que a las ya tan consabidas no por menos indeseables y rastreras subidas del IVA, del IRPF, la aparición de la Reforma Laboral de los 6 millones de parados, el Repago, las ayudas a la banca, los recortes en dependencia, los reiterados incumplimientos de promesas electorales, el amago de ley antidesahucios, un Presidente cobarde que se esconde y no da explicaciones sobre los temas que nos afectan, como es su deber, las comisiones de investigación cerradas sin conclusiones, la vertiginosa pobreza, los incómodos sobresueldos, el substancioso caso Gürtel, mi adorado Bárcenas el alquimista y las explicaciones de parvulario sobre su contrato y su labor dentro del partido popular, por cierto muy fan del personaje, la corrupción galopante a la que se unen ahora la prescripción de los fármacos más baratos para los enfermos crónicos, las urgencias colapsadas, los recortes en los hospitales, en fin, un buen año y medio, si señores, muy buen año y medio.
Pero para ser sincero y honesto conmigo mismo, debo confesar que estoy un poco harto de pasar por alto el núcleo del problema, de callar y de otorgar, de olvidar la razón por la que estos infames van a estar en este desgobierno durante cuatro años, ¡ojo!, que los otros vecinitos de la rosa tampoco es que hayan sido y sean muy de fiar y jamás les excusaré, aunque también quiero advertir y recordar a aquellos pacatos que en estos días se ríen y hacen desprecio de los once millones que votaron a Chávez en Venezuela, tachándoles de inconscientes, borregos y populistas, ya que, según entiendo yo,  deben ser los mismos 11 millones de lerdos que se trasladaron a España tras votar allí para poder hacerlo también en nuestras elecciones generales, y de aquellos lodos surgió, como casi siempre en estos casos de crisis, el inepto salvapatrias de Rajoy, un personaje del que creyeron a pies juntillas sus promesas, un populista de tres al cuarto que sin duda ha sobrepasado la cretinidad de su predecesor y que será recordado por pasar a la historia de la necedad, de la poquedad y de la cobardía más absoluta, por la que sin duda, será galardonado con una váyase usted a la mierda al final de esta legislatura, como bien diría mi admirado Labordeta, bueno eso espero, porque yo, de este país de neutrinos, insulsos y patrioteros, me espero hasta un embarazo de Carmen de Mairena.
En fin, y para no aburriros más con mis neuróticas pseudo crónicas sobre la actualidad que ya supongo conoceréis al dedillo, sólo me limitaré a recordarles a los grandes filósofos y físicos griegos y romanos y por supuesto, a mi admirado Hipócrates, que la famosa teoría sobre los cuatro humores, a la sazón, la bilis negra, la bilis, la flema y la sangre, ha sido sin duda, sobrepasada por nuestros patéticos gobernantes, después de más de dos mil años desde su génesis, y todo ello gracias a la invención de una nueva teoría en la que el humor lo ponen ellos con su ineptitud y corrupción mientras nosotros simplemente convivimos con el día a día de la pobreza, del hambre, de la enfermedad y del patetismo de observar como quienes gobiernan nuestros designios son incluso tan mediocres como aquellos que les han elegido, ¡hala y ahí os dejo hasta la próxima amigos y amigas!.

            Un saludo y espero que os guste

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