Te recorro
cada noche en mis sueños
con las
yemas de los dedos,
como si de
un atlas ficticio se tratase,
descubriendo,
sin siquiera pretenderlo,
cada rincón
que de tu cuerpo
he
imaginado tantas veces sin tenerlo…
Apenas si había andado cuatro pasos
confundido sin
el tacto de tu piel,
que comencé
a musitar cada sílaba de tu nombre
para recordar
con ellas el camino
que de
nuevo hasta ti me regresara…
Conozco de memoria cada lugar de tu cuerpo,
como conozco
de cada estrella
su exacto
lugar en el negro firmamento,
pero es
este absurdo vaticinio,
sin mesura
y sin aliento
como aquél
oráculo en paro
que de
tanto escrutar en lo ajeno,
perdió el don
de poder ver
lo que el
destino había reservado para él
en el confuso
mapa de los cielos…
Sí, supongo que hubo lugares sin rostro,
hubo caras que
ahora guardo en el olvido,
sí, otros
ojos me miraron
y fui de otros
besos cautivo,
pero ya no
los recuerdo, ni tan siquiera sé ya,
si fueron
sueño o desatino…
Vuelvo a tus labios
como vuelvo
a mi infancia,
mientras
beso suavemente
con mis
dientes tus entrañas,
y con cada suspiro
que dulcemente tú emanas,
hago de
ellos versos trenzados con sonetos,
sí, hubo
otras vidas en mi vida aunque me duela,
pero ya no
sé qué fue de ellas…
Si algún vez llegara a tus oídos
el rumor de
que hallé alguna vez
el calor en
la lumbre de otros cuerpos,
doy fe que si
los hubo,
son ya simplemente
ceniza y no fuego
y hoy sólo
puedo proclamar a mi favor
que todos
ellos, tan sólo efímeros fueron…
Ahora, apuesto cada día sin dudar
y no es
mucho todo aquello que poseo,
que en mi
último suspiro y ya casi sin aliento,
prefiero
mil sueños soñados por vos
aunque no
tenga qué ofrecerte a cambio de ellos
más que la
sal de la que hoy yo me alimento…
Para K.
Espero que os guste.
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