"Dedicado a todos aquellos que intentamos nadar contracorriente en el ámbito cultural de las Islas Canarias"

5 de mayo de 2013

Como la sal que me alimenta

Te recorro cada noche en mis sueños
con las yemas de los dedos,
como si de un atlas ficticio se tratase,
descubriendo, sin siquiera pretenderlo,
cada rincón que de tu cuerpo
he imaginado tantas veces sin tenerlo…

Apenas si había andado cuatro pasos
confundido sin el tacto de tu piel,
que comencé a musitar cada sílaba de tu nombre
para recordar con ellas el camino
que de nuevo hasta ti me regresara…

Conozco de memoria cada lugar de tu cuerpo,
como conozco de cada estrella
su exacto lugar en el negro firmamento,
pero es este absurdo vaticinio,
sin mesura y  sin aliento
como aquél oráculo en paro
que de tanto escrutar en lo ajeno,
perdió el don de poder ver
lo que el destino había reservado para él
en el confuso mapa de los cielos…

Sí, supongo que hubo lugares sin rostro,
hubo caras que ahora guardo en el olvido,
sí, otros ojos me miraron
y fui de otros besos cautivo,
pero ya no los recuerdo, ni tan siquiera sé ya,
si fueron sueño o desatino…

Vuelvo a tus labios
como vuelvo a mi infancia,
mientras beso suavemente
con mis dientes tus entrañas,
y con cada suspiro que dulcemente tú emanas,
hago de ellos versos trenzados con sonetos,
sí, hubo otras vidas en mi vida aunque me duela,
pero ya no sé qué fue de ellas…

Si algún vez llegara a tus oídos
el rumor de que hallé alguna vez
el calor en la lumbre de otros cuerpos,
doy fe que si los hubo,
son ya simplemente ceniza y no fuego
y hoy sólo puedo proclamar a mi favor
que todos ellos, tan sólo efímeros fueron…

Ahora, apuesto cada día sin dudar
y no es mucho todo aquello que poseo,
que en mi último suspiro y ya casi sin aliento,
prefiero mil sueños soñados por vos
aunque no tenga qué ofrecerte a cambio de ellos
más que la sal de la que hoy yo me alimento… 
Para K.
Espero que os guste.

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