"Dedicado a todos aquellos que intentamos nadar contracorriente en el ámbito cultural de las Islas Canarias"

6 de junio de 2013

El Soliloquio de los Bastardos

Érase un mundo construido sobre cuatro ramas de bambú que mantenían su equilibrio ante los embates de la lluvia y del viento, érase que se era un mundo de seres que luchaban por hacer del desequilibrio sobre el alambre, meramente equilibrio. Aquel era mi mundo, imperfecto pero era también nuestro pequeño mundo.
Pero hete aquí que un día llegaron ellos, si, los codiciosos seres que manejan los hilos de la riqueza y la pobreza, aquellos  que se pueden contar con tan sólo los dedos de una mano, vinieron de más allá del mar, de los fríos del septentrión y  llegaron hasta las cumbres de la avaricia para desde allí culparnos de las miserias del mundo, de la estulticia de haber deseado más allá de lo que los dioses nos tenían reservados, y todos les creímos, si les creímos, aunque no fuésemos culpables  nuestra culpa iba implícita en el mero deseo de existir y buscar la felicidad como si de un Santogrial inexistente se tratara, pero nos equivocamos, pues ese derecho a la felicidad y el bienestar sólo les pertenecía a ellos, sólo les pertenecía a aquellos para quienes el dinero y la riqueza son tan sólo dádiva o castigo divino merecido, ¡qué ingratos fuimos!
Hubo un tiempo de decisiones y de dudas, fue un único momento de debilidad, un día fue, pero fue el principio del fin de aquello que algún día conocimos con una palabra que hoy nos suena a mero pasado, bienestar, y fue aquel momento de duda como la calma que antecede a la tormenta, pues los lobos que llevaban años esperando en la sombra y viviendo de las insidias, el resquemor y la ira contenida, consiguieron con mentiras nublar la mente y la voluntad de los que ambicionaban vivir mejor, y gracias a ellos pudieron recuperar el poder que ansiaban, pues ardían en deseos de revancha por la pérdida de lo que creían que les pertenecía y muchos de los que ahora leéis a este leal bufón de corte, les entregasteis la patente de corso con la que nos han humillado, lacerado, desgarrado y mil veces abochornado, y no os culpo porque la ignorancia, como decía Confucio, es la noche de la mente: pero una noche sin luna y sin estrellas.
Ahora, ya no hay vuelta atrás, deberemos esperar que el futuro cercano derribe su premeditado plan, los muros de su intolerancia, su xenofobia, cada nuevo brote de nacionalcatolicismo, su neoliberalismo salvaje y el desprecio por la gente con el que nos obsequian cada día estos supuestos semidioses paganos, estos mercaderes de almas, que se ven a si mismos como salvadores de no sé que patrias, cuando en realidad sólo siguen el premeditado plan de desmantelar todo aquello que nos permitía al común de los mortales subsistir y mejorar en una sociedad cada vez más hecha sólo para unos pocos, en fin, ¿es que no lo veíais venir acaso?
Mientras eso llega, os conmino a estar preparados para más dolor, para más humillación, para más eufemismos, para perder con cada nuevo hachazo todo aquello ganado en buena lid en aras de una tan manida crisis, pero, ¿crisis para quién?, pero, ¿qué nos quedará cuando ya no haya que cortar?, ¿hacia dónde nos llevan?
Amigos y amigas, no pretende ser este artículo meramente un relato de lo que ya conocéis, sólo ambiciona este insensato juglar a prepararos de forma insensata para lo que él está ya preparado, si, para otros tres años de lágrimas, injusticia y dolor y sólo espero que el tiempo que ha de llegar se los lleve a todos ellos de la faz de nuestro horizonte como si de un mal sueño se tratase, pues sólo son un mal sueño.
Ahora que ya clarea el tiempo de los hechos y el de las promesas incumplidas queda atrás, sólo os pido que os convirtáis no sólo en meros espectadores del teatro de lo absurdo en que nuestro mundo se ha convertido, os pido, os exijo, os conmino a que os convirtáis en los principales actores de este, vuestro soliloquio y acalléis a los bastardos.

 Un saludo y espero que os guste

0 comentarios :

Publicar un comentario