Hoy me he levantado con ganas de Guerra, ¿vaya
en qué estaría yo pensando?, no queridos amigos, hoy, aunque lo parezca, no voy
a hablaros de aquél ilustre socialismo de antaño, aquél de chaquetas de pana
con coderas, congresos en la clandestinidad, de ilusiones de cambio, de dignos líderes,
bueno, eso mejor ni mentarlo, porque de
aquellos lodos, estos barros, y como ya sabéis, muchos de ellos, son ahora tan sólo
decrépitos y seniles calcos de lo que fueron antaño y hoy en día, solo se puede
decir de ellos en su debe, que son tan solo pueriles viejos con altos cargos y
grandes sueldos en consejos de administración de grandes empresas que ellos
mismos privatizaron, ¿casualidad?, no, no lo creo, y no, hoy no quiero sentir
arcadas por el irredento y muchas veces añorado socialismo, porque hoy tengo un
plan.
Hoy he despertado con el más optimista de los
propósitos, e incauto de mi, me ha dado por creer que nadie antes que yo lo habría
pensado, pero me temo, estimados lectores, que me he equivocado una vez más,
porque siempre hay alguien que puede haber pergeñado el mismo plan mucho antes de
que tú lo hicieras, y al final descubres que tu original idea de acabar con el
socialismo gracias a las armas del hastío y la aversión que su inmovilismo nos
produce, no es original y a la postre, heme aquí que descubro con estupor que ya
se me han adelantado.
Hace semanas o quizás meses que no se nada de
mi amigo Rubalcaba, ese Bruto que con daga emponzoñada, apuñala al socialismo
de izquierdas en la escalinata del presente, aborreciendo el pasado y seducido
por la promesa de un mortecino futuro, y mejor que así sea, porque no se le
echa de menos. Si, ahora estoy seguro de que Rubalcaba tiene el oscuro
propósito de asesinar al socialismo con las armas de la agonía, la desidia y el
petardismo más casposo, y os confieso que cuanto mas lo conozco menos le añoro
y más me temo que sea él quién me quite el placer del izquierdicidio.
¿Y qué
hacer?, ¿cómo reaccionar ante tamaña indolencia? estimados lectores, cómo evitar
que éste incombustible superviviente de la otrora seductora izquierda, no acabe
con el ideario, por la derecha de mantilla y tauromaquia, tantas veces atacado y
otras tantas defendido por aquellos a los que las ideas de izquierda todavía
nos corren por las venas, aún a riesgo de morirnos con la ponzoña del neoliberalismo
que poco a poco como una metástasis ruinosa, como hiedra trepadora, se ha ido
adueñando de lo que en otro tiempo eran tan solo ideas de progreso y libertad.
Os confieso que todavía habita en mi la ilusión
y el deseo de que todos estos vividores, sablistas, embaucadores y
sanguijuelas, tantas veces derrotados y otras tantas despreciados por las
urnas, tengan la osadía y el decoro de apartarse a un lado y dejen paso a una
generación de gente con ideas nuevas, con voraz apetito de un socialismo que
engendre nuevos derechos que surjan de las cenizas de todos aquellos cercenados
por estos fascistas y que ante todo, carezca de herencia recibida alguna; un
socialismo que vuelva a los orígenes, a las calles, a la gente, a las ideas y a
derrotar a esta irreductible ultraderecha de toros, vírgenes condecoradas, himnos
y misa de domingo, que nos la tenía jurada en la esquina de la historia que
fueron los atentados de Atocha y que nos la ha cobrado con creces en
precariedad, pobreza y humillación en tan solo dos años de desgobierno.
En fin, estimados amigos, si, hoy tengo un plan, pero he decidido, después de todas estas confusas grafías, que no os lo voy a contar porque los sueños no se relatan, solo se sueñan y si acaso, se recitan en dulces letanías casi silenciosas, para que, de este modo puedan hacerse realidad, y total, al fin y al cabo, es solo el estéril sueño de alguien que aún sueña.
En fin, estimados amigos, si, hoy tengo un plan, pero he decidido, después de todas estas confusas grafías, que no os lo voy a contar porque los sueños no se relatan, solo se sueñan y si acaso, se recitan en dulces letanías casi silenciosas, para que, de este modo puedan hacerse realidad, y total, al fin y al cabo, es solo el estéril sueño de alguien que aún sueña.
Un saludo y espero que os guste
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